miércoles, 28 de abril de 2010

Los 400 golpes -por Amanda Aiquen Grispo


Los cuatrocientos golpes de Truffaut es la película más emblemática del movimiento de la Nouvelle Vague. Sobretodo por la actividad crítica del propio director.
Con ello quiero citar que cumple estrictamente la primera de las características de este movimiento surgido en Francia, es Cine de Autor.
Se nota el reflejo de la dura infancia de Truffaut, sus miedos, sus pensamientos y sus preocupaciones, lo que me llama la atención porque no suele ser fácil encontrar en esta época un tipo de cine tal y como lo representa Truffaut.
Por ejemplo, una de sus preocupaciones eran los estudios, el colegio, donde tenía que vérselas con las injusticias y leyes de la sociedad, con las que desde un primer momento no parece muy satisfecho.
En sus pensamientos vaga lentamente la idea de hacerse un hombre, de terminar su formación, pero tampoco le da mucha importancia, puesto que es un niño.
Destacan las voces en off reflejando los pensamientos del niño, el rencor que siente hacia su profesor. “Que yo haya ofendido los muros de la clase…” es textualmente lo que le atenaza.
Hay que apreciar la facilidad de ver las cosas que tienen los niños junto con la similitud, y todas las mentiras que pueden pasarles por la cabeza para justificar sus fracasos, sus miedos, sus errores…

La segunda característica de la Nouvelle Vague que cumple Truffaut es que su obra no está basada en una obra literaria, no es comercial en ese aspecto, busca la cotidianidad de una película basada en su propia experiencia, algo personal, algo que llame la atención pero que a la vez sea simple, modesta.
Su propia vida es lo que hace que la película sea interesante, que guste al público, de manera que no sea pesada pero que tenga una complejidad camuflada. Lo que parece simple termina siendo complicado, puesto que se plantean ciertas ideas filosóficas. (Arquímedes es citado) Truffaut busca algo innovador pero a la vez que la gente vea reflejada su propia infancia en ello. Aunque no exactamente puesto que cada vida es única y no pueden tener las mismas experiencias pero sí que podemos encontrar ciertos símiles que cualquier persona de cualquier época puede encontrar en su propia vida, en su infancia, en su experiencia personal.
La ansiedad de ser una persona de provecho, la motivación del estudio para ser alguien, las ganas de encontrar el lugar que corresponde ocupar, el miedo de los castigos tanto de los profesores como de los padres, temor a que las opiniones propias sean rechazadas por no coincidir con lo que se espera del “prototipo de persona correcta”. Truffaut es capaz de plasmar todas estas emociones además de muchas otras, y trasmitirlas al público de manera ligera, incluso divertida e irónica. Parece que desea fervientemente que cada uno se plantee su propia vida y su propia contribución al mundo.

La tercera característica es bastante obvia, no utiliza una técnica compleja como ya he dejado entrever.
Se prefiere una simplicidad técnica puesto que así el espectador se centra en la trama de la película, en los personajes y no tanto en los mecanismos con los que se ha creado. Incluso me atrevería a decir que tanto los paisajes como el escenario pasa totalmente desapercibido al ojo humano y la atención se desvía debidamente a los diálogos y a las acciones que acometen los personajes.
Se puede pensar que esta característica puede aburrir al público en ciertos momentos y no se desvía nadie de la realidad al creer en ello, pero es ahí donde tiene que poner toda su maña el director, tiene que conseguir que el público desee esa simplicidad en todo lo que ve, tanto a nivel cinematográfico como a nivel mental, incluso en su propia vida y experiencias.
El director tiene que conseguir que el público se divierta, o incluso que aprenda una lección tras ver dicha película o que se plantee su vida desde un punto de vista distinto.
Este largometraje es un claro ejemplo de ello y por supuesto es una representación digna a considerarse partidaria de la Nouvelle Vague.
Truffaut cumple muy bien su papel, su trabajo en el film. Consigue que el público se moralice a la vez que se entretiene, una característica que podemos encontrar en diversos movimientos literarios, por ejemplo en el realismo e incluso en el romanticismo, pero eso es a nivel teatral.

Por último nos podemos encontrar con la característica que cita que la luz, el sonido y la música deben de provenir de los escenarios naturales.
Algo que por supuesto podemos atribuir a esta película.
Los sonidos son los habituales según el escenario: el sonido de los coches cuando los niños están cerca de una carretera, el ruido de la gente al caminar, la conversaciones de las personas que los rodean, el sonido habitual en una clase, silencio hasta que el profesor se despista y todos comienzan a hablar o a hacer burla. Podemos encontrar un momento en el que se escucha el sonido que genera una paloma, incluso también se aprecia el ronronear de un gato.
La luz no es artificial, puesto que se notan ligeros cambios de claridad en los días nublados y los soleados. También se aprecia la oscuridad de la noche, y la iluminación del interior de las casas.
Cuando el protagonista, Antoine, está en la casa de su amigo René, escondido en una habitación cualquiera se puede ver con claridad que la habitación está a oscuras sin más iluminación que una vela.
Truffaut es muy detallista en este aspecto.
En cuanto a la música no estoy muy segura de si se encuentra en el lugar de rodaje o es añadida, por ello en este aspecto no tengo nada que comentar.

Si es cierto que debo hacer alusión (puesto que son una excepción a las características de la Nouvelle Vague) a las voces en off, se escuchan en tres ocasiones.
La primera es cuando se representan los pensamientos del niño como ya he citado anteriormente, la segunda es cuando Antoine lee para sí un texto de Balzac y la tercera es cuando en clase recuerda dicho texto y decide usarlo en su redacción.

De acuerdo a todo lo que he escrito anteriormente sigo diciendo que Los cuatrocientos golpes de Truffaut es una auténtica película que representa en todos sus aspectos al movimiento francés de la Nouvelle Vague.