lunes, 2 de mayo de 2011

ANÁLISIS DE UN CÓMIC por Francisco Javier García Vázquez



DON PÍO de José Peñarroya-Historieta publicada en 1964

1) RECOGIDA DE DATOS

Sin duda alguna uno de los más afamados y veteranos dibujantes de la editorial Bruguera fue José Peñarroya, creador de personajes como “Gordito Relleno”, “Don Berrinche “ o “Pitagorín”.
Colaborador habitual de las revistas”Pulgarcito” y “DDT”, este dibujante alicantino- bajo la férrea censura franquista- tuvo que lidiar con la difícil tarea de alegrar a las generaciones de la posguerra retratando a la clase media española y sus vicisitudes como es el caso de “Don Pío”, personaje que ahora nos ocupa.
La historieta fue publicada en el año 1964, aunque el personaje ya había sido creado en 1947, y fue dibujado prácticamente hasta la muerte de su creador. Por lo tanto el personaje fue evolucionando tanto gráfica como socialmente a medida que lo hacía el resto de la clase social a la que pertenecía.
En este caso concreto la página que se va a analizar fue publicada en la época en que la sociedad española estaba inmersa en el llamado desarrollismo o despegue económico (mediados de los 60) aunque ideológicamente el régimen demostrara apenas aperturismo.
Don Pío sigue la estela de otros dibujantes de la editorial Bruguera cuyos personajes encarnaban los anhelos de una sociedad con sus deseos y sus retos que prontamente eran cercenados, o bien por su culpa o bien por elementos externos y que tenía como consecuencia que sus andanzas acabaran la mayor parte de las veces lejos de los finales felices.
2) RECONSTRUCCIÓN (sinopsis argumental y segmentación)
“Don Pío”, protagonista de la historieta, llega sistemáticamente tarde al trabajo debido a que tiene el despertador estropeado. Con la necesidad imperante de comprarse otro hace acopio de valor y pide un adelanto a su jefe.
Tras serle concedido, le encarga a su mujer que adquiera un nuevo despertador pero ella se lo gasta en un capricho particular.
La historieta se puede segmentar del siguiente modo.
-Desde que sale apresuradamente de casa hasta que llega a la oficina
-La solicitud del adelanto al jefe.
-El encargo de la compra a su mujer
-La sorpresa final


3) ANÁLISIS DE LOS ELEMENTOS FORMALES DE LA NARRACIÓN GRÁFICA

Códigos visuales (líneas,grafismos y bocadillos)
El estilo de peñarroya es lineal e ingénuo, no tratando de ser en ningun momento virtuoso o hiperrealista, todo en aras de hacer la narración más cómica y no perdiendo de vista al potencial público lector, el infantil.
Las formas redondeadas contribuyen sin duda a esta candidez en los dibujos y concretamente en el matrimonio retratado.
Contrástese ésto con la nariz grande y aguileña del jefe, rasgo de dureza y asociado generalmente con el poder y el dinero.
Las líneas son escasas, pretendiendo ante todo la claridad gráfica.Por ejemplo, las sombras (propias y arrojadas) son inexistentes, ya que en este tipo de narración no tienen ningún tipo de utilidad expresiva, como podrñian tenerlas en cómics de superhéroes o de aventuras.
Se utilizan grafismos cinéticos, tales como líneas y espirales cuando los personajes corren, e incluso grafismos identificativos y convencionales- como el símbolo del dolar –aunque, como es de supone,r los billetes tengan valor de pesetas
Los bocadillos están escritos con máquina de escribir,práctica habitual a partir de los años 60, lo que si por una parte aporta claridad en el texto, por otra parte también resta calidez a las palabras, uniformizándolas y enfriándolas en exceso.

Códigos sonoros (onomatopeyas)
En este caso las onomatopeyas son mínimas. Tan sólo cuando la mujer imita el sonido del despertador o cuando duerme- con las consabidas zetas -el autor utiliza este recurso.
Códigos sintácticos

Así como ahora es habitual la utilización de recursos cinematográficos en el cómic actual, Peñarroya opta por un estilo más vinculado al cómic tradicional o clásico. Se diría que no está muy lejos de la disposición teatral en cuanto a los planos que utiliza para ubicar a los personajes.

Sí que utiliza las elipsis, lógicamente para no dibujar los momentos muertos, e incluso el “gag” final se basa precisamente en no mostrar todo lo que ha sucedido con las compras de Benita, la mujer de Don Pío.

4) ANÁLISIS DE LOS ELEMENTOS FORMALES DEL RELATO
a) Enunciación y punto de vista
El relato está contado en tercera persona aunque el narrador no utiliza la omnipresencia, ya que desbarataría el “gag” final que tiene reservado al lector.
b) El tiempo
La historieta se desarrolla en tiempo presente aunque con las elipsis antes comentadas para ceñirse a la hoja que el dibujante tenía asignada en la publicación.
c) Estructura del relato
El relato se estructura en torno a los momentos en que Don Pío sale apresuradamente de su casa. Obsérvese que tiene una estructura circular pues el final de la historia es prácticamente idéntica a la primera viñeta, mostrándonos de este modo que los agobios del protagonista no han cesado a pesar de sus esforzados intentos.
d) Existentes (personajes y escenarios)
Peñarroya reduce al máximo los personajes, intentando insertar sólo a aquellos que tienen importancia en la narración. Sólo en una viñeta introduce un sorprendido viandante con una finalidad única de ambientación.
Los escenarios se limitan a los interiores de la casa del protagonista, a su oficina y a la calle como recorrido entre la primera y la segunda.
En todos los casos sólo introduce los elementos necesarios para la correcta identificación de los lugares: cama, lámparas mesa de oficinista y unos edificios apenas esbozados
5) ANÁLISIS DE LA TEMÁTICA
La temática gira en torno a la escasez en la que vivían los españoles de la posguerra española y que los obligaba a realizar todo tipo de esfuerzos para sobrellevar el penoso día a día.
Evidentemente se da por su supuesto que las necesidades básicas estaban cubiertas en este caso: techo y comida (en parte por que la guerra civil ha quedado relativamente lejos cuando se dibuja esta página).No es el caso de otro recordado personaje dibujado por José Escobar-“Carpanta”- cuya situación es más paupérrima aún puesto que pertenece a una clase social diferente a la del matrimonio que nos ocupa.
Las relaciones laborales son vistas como leoninas y distantes; oficinistas que trabajan a destajo bajo la mirada de un despótico jefe que no les deja ni a sol ni a sombra.
Tan solamente basta con observar el gesto del jefe co-protagonista -ojos cerrados, cabeza alta y dedo en alto –para representar su psicología (por no hablar de su tacaño comportamiento).
Tal como se representa la situación laboral de la España de entonces, Don Pío es, para decirlo llanamente”el que trae el pan a casa” mientras que su mujer se ocupa de “sus labores”.
Sin embargo, y respetando el tópico de la época, Peñarroya deja ver que es la mujer la que realmente administra el dinero de la casa y la que subrepticiamente manda, aunque en este caso va más allá y Benita ”se lo administra” pues compra un suntuoso reloj para su uso particular , privando de este modo al marido del necesario despertador.
La última viñeta en este sentido es bastante reveladora del concepto sexista que se tenía por entonces, ya que mientras que el atribulado Don Pío sale de nuevo para dirigirse con presteza al trabajo, su mujer sigue descansando plácidamente en la cama, despreocupada y ajena totalmente a los desvelos de su marido, con lo que las relaciones matrimoniales quedan en entredicho con tan sólo esta imagen (aunque la relación de Benita con su marido es prácticamente igualmente de interesada en casi toda la serie)
6) INTERPRETACIÓN INTERSUBJETIVA
Aunque hoy en día percibamos en estos cómics aspectos políticamente incorrectos y chocantes para una visión más contemporánea, la verdad es que los historietistas de la época intentaban reflejar- con mayor o menor éxito y con las licencias propias del humor en mayor o menor grado exageradas -la sociedad de la época tal y como lo hacía también por otra parte los cineastas del cine realizado en el llamado desarrollismo español.
Tanto el lector como el espectador de cine asumían estos códigos y muy difícilmente se cuestionaba nada más.
Han sido los análisis posteriores al franquismo los que han escarbado y analizado estos ejemplos gráficos, que no dejan de ser documentos de la época y han corroborado sus tesis acerca de las relaciones sociales, económicas y matrimoniales de este periodo de la historia española.
Cómo se ha dicho anteriormente el ámbito de la oficina se expresa como un lugar irrespirable donde las relaciones laborales no se basan en la confianza y la normalidad. Al contrario, el jefe es incapaz de toda flexibilidad y trata a su acomplejado empleado con displicencia y suma arrogancia. En este sentido es de destacar la habilidad del dibujante-también guionista- para retratar psicológicamente en dos pinceladas a este personaje.
En el ámbito familiar, el matrimonio no está mucho mejor visto. Lo condicionan el ascenso social y las apariencias, no contemplando la empatía ni el cariño entre los dos miembros de la pareja, solamente el puro interés.

Millones de niños leyeron estos cómics con la mayor naturalidad entonces (quizá eran situaciones más o menos parecidas a las que vivían en casa) y aunque hoy en día también sabemos apreciar los valores de esta generación de estupendos humoristas-es evidente que en su haber está la portentosa capacidad gráfica- bien es cierto que sus obras transpiran los condicionamientos de la época que les tocó vivir y retratar.

7)BIBLIOGRAFIA
“Los Cómics del franquismo “–Vázquez de Parga, Salvador-Editorial Planeta. 1980
http://www.elchedigital.es/tebeos/la_editorial_bruguera_fabrica_de_tebeos-333.html