sábado, 22 de enero de 2011

CINE Y LITERATURA :“LA NOCHE DEL CAZADOR" por Carla Sofía León









Esta película no es más que una adaptación expresionista y en su mayoría poética de los cuentos de los hermanos Grimm, en la que se sitúan una pareja de tiernos e inocentes infantes, aludiendo al cuento de Hansel y Gretel, acosados por un ser perverso, Robert Mitchum.

Los textos literarios han sido adaptados, casi podríamos decir, desde la invención del cine el 28 de diciembre de 1895, fecha en la que los hermanos Lumière proyectaron públicamente la primera grabación de la salida de obreros de una fábrica francesa en Lyon.

La necesidad de contar nuevas historias a los espectadores, la garantía del éxito comercial, el proceso de marketing y publicidad ya realizado por la obra literaria en cuestión, el acceso al conocimiento histórico, la recreación de mitos y obras emblemáticas, el prestigio artístico y cultural, la labor divulgadora... todo ello a hecho que miles de directores escojan un texto literario ya escrito para crear sus películas.


La interpretación y adaptación libre de Charles Laughton del cuento infantil de Hansel y Gretel está llena de referencias bíblicas, momentos de humor involuntario, terror, sombras, y personajes excéntricos.

La excelente fotografía en blanco y negro de Stanley Cortez le aporta a la película un cierto tono expresionista, y escalofriante. Las sombras que subyacen en los escenarios, la iluminación de los personajes, las siluetas de los personajes a lo lejos, el cántico de Michum en la noche dotan a la película de un tono magníficamente terrorífico.

Los niños, inmersos en un absorbente clima de miedo, resultan ser testigos de la confrontación entre el bien y el mal, personificados en Harry Powel y Rachel Cooper, y a la visión de un mundo adulto en el que el deseo, la avidez, y el ansia de poder son protagonistas, con un fatal destino trágico. Esto refleja la protección de la infancia en una sociedad dominada por los adultos marcad por la avaricia y el delirio.


La historia en sí no es exactamente igual a la del cuento pero se mantiene la atmósfera de suspense, algunos personajes y los valores temáticos e ideológicos.
Por ejemplo los personajes de los niños cobran la misma importancia en la película que en la obra, aparece la figura de un personaje malvado que les quiere matar, una madre despreocupada y el abandono de los niños en busca de una nueva vida mejor.

La duración del film, al estar adaptada a las ideas del director, es más extensa que el cuento de los hermanos Grimm, aunque no por ello la película ha de ser más aburrida o pesada, sino todo lo contrario. Esta película es una verdadera obra maestra, que al igual que el mismo cuento que solía contarte tu madre una y otra vez, no quieres dejar de escuchar ni un segundo porque aun sabiendo lo que sucede en su desenlace lo que te fascina realmente y te atrapa por completo es la forma de contarlo, la forma de relatar cada una de sus partes, con esa expresividad, emoción y suspense.

La importancia que da el autor a la naturaleza asemeja más la historia a la de un cuento.
En el viaje de los niños en la barca, donde se puede apreciar una bellísima profundidad de campo, los planos de animales y plantas o naturaleza salvaje son casi continuos en la narración de la película, haciendo que esta tome un tono más dulce, tierno y hermoso, como los paisajes de los cuentos.

Esto también se aprecia en la elección de los decorados exteriores, ya que la obra se desarrolla en un medio campestre, granjas, ríos, bosques...

Por otra parte la inocencia, la constancia y la fidelidad a sus promesas de los niños, que toman el total protagonismo de la obra hacen que está pueda transmitir al final una moraleja como la que se encuentran en los viejos cuentos.

Después de ver esta película entendí por que al cine a veces se le nombra como “el séptimo arte”.